miércoles, 16 de mayo de 2007

Cap.3

- Hola, Dios mío estoy cansadísima.

- Ahm...

- ¿Estás despierto?

- Depende de para que.

- ¿Hiciste la cena?

- Pedí una pizza.

- 1 minuto más y nos sale gratis. A veces vivir en un 7º sin ascensor tiene ventajas. ¿Eh?

- ¿Qué es eso que llevas en la mano?

- Un reloj.

- ¿Compraste un reloj? Joder, ya tenemos poco dinero y tú... ¿Cúanto te costó?

- Se lo robé a un negrata.

- ¡¿Qué?!

- Ya ves, el muy cabrón llevaba persiguiéndome un buen rato por la acera, diciéndome que le comprara un reloj, que su mujer, que sus hijos...
¡Ése no es más que vago de mierda, si al final, están todos forrados, joder.! Lo que pasa es que no quiere trabajar y prefiere pasearse por ahí llorando y suplicando a la gente que le compren relojes, que les den dinero... Mira que me dan ASCO. ¡Vagos joder!
Y no sabes lo mal que huelen, ¿Sabes por qué? Porque no se lavan; como son negros, creen que no se nota. Jajajaja. Los muy cerdos. ASCO eso es lo que dan.
Ese mierdas tuvo lo que se mercía, a ver si así aprende a no agobiar a la gente.

- Eres un gilipollas. No se que hago contigo. Es que no se que pude ver en ti. No tienes nada... Eres... Me voy a la ducha.

- ¡No te vayas y mírame, mujer! ¿Sabes lo que tienes tú? Un agujero como todas las demás. Y ahí se acabó todo.
Nunca me insultes así, porque yo soy un hombre y tú no eres nada sin mí. Bueno si, un agujero vacío jajaja.
Eres una zorra, lo único que quieres es a alguien que te llene el hueco. Porque no sirves para más. ¡Ni para limpiar, joder! Vergüenza debería darte, ¿y tu eres una hembra?. No le llegas ni a la suela de los zapatos a cualquier otra.

- ¿Estás borracho o que? ¿De que vas?

- ¡Mi madre! Ella sí que es una mujer hecha y derecha. ¡Así deberían ser todas! No como esas zorras chupa-pollas de lengua larga y falda corta.

- Cállate. A mí no me compares, porque no soy ni tu madre ni una puta.

- A mí, tranquilita ¿eh?

- Joder, eres un borracho de mierda.

- No soy un borracho, nena. ¿No ves que era broma? Jajajaja... ¿Es que no tienes sentido del humor, preciosa?

- Cierra la puta boca, ostia. ¡Ahora ya no arreglas nada!

- ... ¡Bah! Mañana por la mañana, ya no te acuerda...

- ¿Qué dijiste?

- Nada, nena. Ya está aquí el repartidor, voy a abrirle.

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